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Club de Planeadores Los Caranchos

Aeródromo:  Ruta Provincial C-45  -  ALTA GRACIA  -  Departamento Santa María  -  Provincia de Córdoba  - República Argentina


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CURSO TEÓRICO
DE
PILOTO DE PLANEADOR

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2ª Sección: MANEJO EN TIERRA DEL PLANEADOR, FAMILIARIZACIÓN CON LA CABINA Y EFECTOS DE LOS MANDOS

MANEJO EN TIERRA DEL PLANEADOR

Deben ser explicados detalladamente al alumno los procedimientos de hangaraje y amarre del planeador, controlando su desempeño para asegurarse que cumple fielmente las instrucciones recibidas.
En razón de su baja carga alar y la ligereza de su estructura, estas aeronaves requieren mayor cuidado que los que se emplean con un avión durante estas operaciones.
Al hangararlos cuidar que no se golpeen las alas, empenaje o fuselaje con la estructura del hangar u otras máquinas. El ala que apoye en el suelo, deberá ser protegida con algún acolchado o elemento similar. Dentro de lo posible, evitar que queden sobre la cabina partes de otras aeronaves estacionadas (pueden caer y dañar los plexiglas de la primera).
En cuanto al desplazamiento en tierra, la máquina puede ser empujada o arrastrada.
En el primer caso, no se empujará de otras partes que no sean las específicamente determinadas por el fabricante; el descuidar esta precaución puede dañar la estructura o los comandos. Cuando sea arrastrada (especialmente por un automóvil) debe emplearse soga lo suficientemente larga para absorber los tirones y evitar que, en caso de frenada brusca, el planeador lo embista antes de detenerse. De más está decir que una soga excesivamente larga también dificultará el desplazamiento de la máquina. Una soga de cáñamo de 6 a 9 metros (20 a 30 pies) de longitud y un diámetro de 6,350 a 9,528 mm. (1/4 a 3/8 de pulgada) con guardacabo y un anillo metálico que se conectará en el gancho de remolque es lo recomendado.
No es conveniente el empleo de sogas más gruesas a menos que se instale un tramo "fusible". Generalmente una soga de remolque vieja es lo ideal.
Cuando se remolque el planeador en tierra, se trabarán los comandos para evitar sacudidas que pueden dañarlos. Si se emplea un automóvil, el conductor estirará la soga cuidadosamente antes de empezar a moverlo. Un estirón brusco puede originar que la aeronave sea lanzada sobre el vehículo. Durante todo el procedimiento deberá haber un hombre -por lo menos- sosteniendo la punta del ala (si es posible colocar uno en cada una de ellas, esto facilitará la detención de la máquina en caso de emergencia). Si es desplazado sobre un terreno en pendiente o en condiciones de viento fuerte, es necesario disponer de otra persona en la cola, delante del empenaje.
No se harán giros cerrados en tierra, a menos que se levante la cola para evitar dañar los mandos por vibración ocasionada como consecuencia del "arrastre" sobre la rueda del tren de aterrizaje que no es orientable.
Como parte de su instrucción el alumno será interiorizado en la forma que debe proceder para retornar el planeador a la posición de despegue y cómo operar la soga de remolque.
Hasta que el piloto no esté preparado para despegar -al igual que el del avión remolque-, las aeronaves no serán llevadas a la posición de despegue para que no interfieran con otro tráfico. Cuando se coloquen en posición, la tripulación y los auxiliares de tierra harán lo posible para completar la operación en forma rápida pero sin apresuramiento.
Cuando un despegue se realiza apresuradamente, pueden descuidarse o no ejecutarse cosas importantes. El alumno será instruido en el modo de sostener las alas del planeador durante la maniobra de despegue. Tendrá conocimiento completo de las señales, procedimientos y técnicas a emplear en los despegues normales y con viento cruzado. Después del aterrizaje, el planeador será retirado de inmediato de la zona de operaciones.
A menos que se piense volver a despegar inmediatamente, deberá ser estacionado bien lejos de la pista para evitar que interfiera con los posteriores procedimientos.
Una de las mayores fuentes de problemas en la actividad de volovelismo, es una pista atestada de aeronaves.
Si existen espectadores, serán vigilados para evitar que crucen las pistas o traten de comprobar la rigidez de la estructura (golpeando las máquinas estacionadas) o colocándose en lugares que dificultan la operación. Ninguna aeronave y especialmente los planeadores deben ser abandonados a menos que estén amarrados o en manos de otra tripulación, muchos se han dañado como consecuencia de una ráfaga imprevista "por haber quedado solos un momento".
Si debe amarrarse un planeador tener en cuenta lo siguiente:
Si no existe hangaraje, buscar un lugar reparado y colocarlo enfrentando la dirección en que generalmente soplan los vientos más fuertes; cavar un pozo para la rueda principal y levantar la cola para anular o reducir el ángulo de ataque, o amarrarlo cuesta abajo para disminuir así la sustentación que el paso del aire producirá sobre el perfil, originando una mayor tracción sobre las sogas. Para evitar estos efectos deben dejarse abiertos los spoilers y/o frenos de picada. Si el planeador no dispusiera de ellos pueden colocarse listones de madera o bolsas con municiones a modo de spoilers sobre las alas. Las sogas de amarre a emplear tendrán un diámetro de 19,05 mm. (3/4") o 25,40 mm. (1 pulgada) si son de cáñamo y de 12,70 mm (1/2 pulgada) si son de nylon. Los puntos de amarre son: el gancho de remolque, la rueda de cola; la unión de los montantes si los tuviera con las alas (o la anilla de amarre).
El tubo pitot y los venturis se cubrirán con fundas; igualmente el parabrisas y tapa de cabina. Previamente a esto último, se trabarán los comandos en posición neutra. Las estacas que se claven en el terreno serán fuertes y si es posible duplicadas para una mayor seguridad. Si en el lugar hay animales sueltos -especialmente vacunos- será preciso construir una valla alrededor del planeador y a una distancia que impida que los mismos lo alcancen.

FAMILIARIZACION CON LA CABINA

El progreso del alumno será más rápido si se le instruye y se le da oportunidad de familiarizarse con la cabina antes de comenzar la instrucción en vuelo.
La ubicación de los instrumentos; los mandos de los spoilers y/o frenos de picada; flaps; mecanismo de desprendimiento y compensadores tienen que ser determinados aun con los ojos vendados.
No es raro que un nuevo alumno o piloto aún no familiarizado con el equipo accione el mando de los spoilers cuando desea emplear el mecanismo de desprendimiento.
Después de colocarse y ajustar los cinturones y el arnés de espalda debe ser capaz de mover los mandos sin estirarse ni darse vuelta.
Se le interiorizará con la constitución, comprobación y reglado de todos los instrumentos al igual que con la operación de los spoilers, frenos de picada, compensadores y flaps.
La importancia de comprobar el recorrido total y en la correcta dirección de los comandos nunca se recomendará suficientemente; lo mismo que el control final de éstos para asegurarse que los spoilers están retraídos y los frenos de picada trabados en su posición “cerrados”, justamente antes de iniciar el despegue.
Aprenderá a cerrar, asegurar y abrir normalmente la tapa de la cabina, como también el procedimiento para lanzarla en casos de emergencia. Si la aeronave tiene equipo extra -oxígeno, radio, barógrafo, etc.-, a efectos de no recargarlo en sus tareas durante las primeras lecciones, su utilización de será explicada cuando haya progresado más en el curso. Como excepción, el empleo de la radio será demostrado desde el primer vuelo.
Ya en condiciones de iniciar el vuelo deberán verificarse los siguientes items:

1º- Comprobar y reglar el altímetro y los demás instrumentos por indicaciones correctas en tierra.

2º- Comprobar los cinturones y arneses de espalda -delantero y trasero-, ajustarlos si los va a usar; en caso contrario asegurarlos para que no interfieran.

3º- Comprobar y asegurar la tapa de la cabina -delantera y trasera-. Asegurarse que las trabas se alojan en sus posiciones establecidas.

4º- Comprobar los comandos; timón de dirección; de profundidad; alerones; spoilers; flaps o frenos de picada por libre recorrido y accionamiento en la dirección correcta.

5º- Enganchar el cable de remolque, accionar el mecanismo y asegurarse que libera sin dificultades.

6º- Verificar la dirección del viento.

Antes de permitir su vuelo solo, instruir exhaustivamente al alumno en los problemas asociados con las condiciones meteorológicas. En tal sentido se hará énfasis en lo siguiente:

1º-   Explicarle cómo determinar la dirección y velocidad del viento desde el aire. Como referencia para ello podrá utilizar: columnas de humo; tierra en movimiento levantada por vehículos; banderas o ropas colgadas; sentido en que se "acuestan" los sembrados; movimiento del agua en lagunas (se forma espuma a sotavento). Generalmente el ganado pasta con la cola al viento; también puede determinarse observando la dirección en que se desplaza la sombra de las nubes (en las capas más cercanas al terreno).

2º-  Cambios de viento -causas que lo originan- y cuándo deben esperarse.

3º-  Turbonadas y líneas de turbonada. Generalmente se denomina así a la "cabeza" de un frente frío. Adelante de ésta, existen condiciones favorables para el vuelo a vela, pero los riesgos de que la aeronave entre en el frente o sea preciso aterrizar en sus cercanías pueden originar muy serios problemas.

4º-  Remolinos o "trombitas". Pueden ser extremadamente turbulentos y llegar a producir la pérdida de control del planeador. Se indicará al alumno que no entre en ellos (son fácilmente identificables y se desplazan en la dirección del viento) con menos de 150 m. (500 pies) de altura.

5º-  Granizo - El vuelo en las cercanías o aun a una buena distancia de cumulonimbus puede ocasionar el encuentro con granizos, el que a su vez puede producir serios daños a la aeronave.

6º- Nubes - No necesita recalcarse el peligro de ser absorbidos por un cumulonimbus o el de tener que volar por instrumentos dentro de nubes sin estar capacitado.

7º-  Turbulencia - Deberá explicarse en detalle la causada por cambios de viento, convección, turbonadas o cumulonimbus y la necesidad de efectuar la aproximación con una mayor velocidad durante los aterrizajes en estas condiciones.                                     

8º-  Rachas - Obligan al empleo de velocidad extra en la aproximación final para prevenir la pérdida de sustentación.

9º-    Nubes de tipo stratus o niebla por radiación que puedan formarse debajo de la aeronave en vuelo con poca o ninguna señal previa.

10º-  Hundimiento (falta de sustentación) o ascendentes (exceso) pueden ocasionar problemas durante el circuito (en el cálculo de la distancia).

11º-  Procedimientos y señales durante el remolque deben estandarizarse y el alumno familiarizarse con las siguientes:

1-   Conecte la soga o cable de remolque: Verbalmente o formando una "O" con los dedos pulgar e índice de ambas manos y entrecruzándolos como dos eslabones de una cadena. Al recibir la señal, el ayudante enfrentará al planeador con la anilla hacia el gancho de remolque requiriendo -en voz alta- "Abierto". El alumno o piloto en la cabina accionará el sistema contestando "Abierto". El ayudante introducirá entonces la anilla en el gancho solicitando "Cerrado". El alumno o piloto contestará -luego de volver a accionar el sistema- "Cerrado". El ayudante entonces tirará de la soga para comprobar que el mecanismo funcionó y que la anilla ha quedado bien prendida.

2-   Estire la soga de remolque: Manteniendo las alas del planeador niveladas, el ayudante levantará y bajará los brazos en un arco de 60º.
Nota: En los casos que sea preciso detener el rodaje, el ayudante levantará el brazo con la palma extendida hacia el piloto del avión o el conductor del vehículo de remolque.

3-   Listo para despegar: Verbalmente o levantando el pulgar el ayudante consultará al piloto o alumno quien le responderá del mismo modo.

4-   Listo para remolcar: El piloto remolcador accionará continuamente el timón de dirección (en caso de no contarse con ayudante), comenzando el rodaje al recibir la misma seña como respuesta. Si hay ayudante, éste girará el brazo y mano en un arco de 360º perpendicular a la soga de remolque, después de obtener de quien ocupe la cabina del planeador la señal indicada en 3.

5-    Vire a la derecha: (del planeador al avión) el primero se mueve a la izquierda de su posición normal de remolque.

6-    Vire a la izquierda: (del planeador al avión) el primero se mueve a la derecha de su posición normal de remolque.

7-   Desprenda ahora: (del remolcador al planeador) el primero accionará continuamente a uno y otro lado el timón de dirección.

8 -   No puede desprender: (del planeador al avión) el primero se moverá a una posición dentro del alcance del  campo visual del remolcador e inclinará en uno y otro sentido las alas del planeador.                            

9 -   Yo tampoco puedo desprender: (del remolcador al planeador) El piloto del avión accionará en ambos sentidos los alerones, procediendo después a realizar el procedimiento de emergencia ya establecido para el descenso y aterrizaje en esas condiciones.

EFECTOS DE LOS MANDOS

Durante el primer vuelo, después de alcanzada la altura de desprendimiento, se demostrarán los efectos de los mandos, haciendo posteriormente que el alumno practique con cada uno de ellos individualmente, para que experimente la reacción y resultado de su empleo.
Si bien no existe un orden establecido, generalmente se demuestra y permite luego la práctica por el alumno comenzando por el timón de dirección.
Para ello -de ser posible-, se enfrentará una referencia con viento de frente y utilizando el mando que nos ocupa se cambiará la dirección de marcha; animando de inmediato al alumno para que vuelva a su rumbo original. Cumplido esto, se hará que cambie nuevamente el rumbo -esta vez en sentido opuesto- y retorne luego a la dirección inicial.
Si se cuenta con una ruta o vía férrea cercana al lugar de instrucción, esta última puede seguirse exigiendo que el alumno se mantenga sobre ella empleando, en la medida de lo necesario, presión sobre el pedal hacia el lado que sea preciso para conservar el planeador arriba de la referencia.
De no darse esta condición, se lo instruirá para que se alinee con referencias prominentes del terreno que se tomarán como jalones.
Seguidamente se procederá a demostrar el uso de los alerones, bajando un ala y haciendo que vuelva al vuelo nivelado. Aquí puede incluso comentarse someramente que la acción de los dos comandos que estamos tratando están interrelacionados y que la aeronave, con uno de los pedales aplicados, no sólo cambiará la dirección de marcha sino que tenderá a inclinarse. Después de un poco de práctica, el alumno será capaz de nivelar o inclinarla con la utilización de los alerones.
En cuanto al timón de profundidad, del mismo modo que se empleó con los dos anteriores, el instructor bajará la nariz, pidiendo al alumno que vuelva a colocarla en su actitud previa. Seguidamente el ejercicio se realizará en sentido opuesto, es decir se levantará la proa para hacer que el alumno vuelva nuevamente al planeo recto.
No es conveniente pasar de un mando al otro en la demostración, hasta asegurarse que el alumno -aun cuando no se desempeñe correctamente-, entiende la mecánica de la acción de todos y cada uno de estos controles.
Gradualmente luego se le irán cediendo cada uno de ellos pidiéndole que trate de mantener la aeronave en planeo recto y nivelado.
Se lo animará a que los aplique suavemente pero sin hesitación -especialmente el timón de dirección-, explicándosele que es preciso ejercer más presión para iniciar o detener un movimiento que para continuarlo.Igualmente se le hará notar las diferentes actitudes en planeos rectos y en virajes con distintos grados de inclinación, comparándolas con las indicaciones del horizonte artificial -si la aeronave estuviera provista del mismo-.
Se hará énfasis en que los mandos tendrán la misma función en cualquier actitud siempre que se tome al piloto como referencia en su empleo, es decir:

1º) Cuando la palanca se lleve hacia el piloto, la nariz irá hacia el piloto.

2º) Cuando la palanca se lleve hacia la nariz del planeador, ésta se alejará del piloto.

3º) Cuando la palanca se lleve hacia la izquierda (o derecha), el ala de ese lado se alejará (figuradamente) del piloto, acercándose la del lado opuesto.

4º) Cuando se aplique el pedal derecho, la nariz girará hacia ese lado del piloto, ocurriendo lo contrario al aplicar pedal del lado opuesto.

5º) Cuando deba emplearse el compensador, el mismo se aplicará en la misma dirección en la que se está presionando la palanca, hasta lograr que la máquina mantenga la actitud deseada sin que haya que ejercer presión en el mando.
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Última modificación: 26 de Febrero de 2006